miércoles, 18 de enero de 2012

Tu haz de luz

Un haz de luz se cuela por mi ventana
y en él creo ver tus ojos iluminando
mi tristeza y colmando de sonoridades
este silencio de ausencias
y mi cuerpo intermitente, a cada esperanza
de hallarte, se desnuda de sus pétalos
cual margarita preguntando por tu amor.
Un haz de luz que pronto se cubre de nubes
y con ellas, una a una, las gotas de mi corazón herido
se derraman ahogando esta vana esperanza.

martes, 17 de enero de 2012

Mi dueño

Irrumpes e invades
sin piedad derribando mis murallas
apropiándote de mis horas
dibujándote en cada cristal y en cada charco,
y cuando creo olvidado tu recuerdo
tu voz resuena como un eco ensordecedor
y miro a todos lados, te busco y no te encuentro
pero retumban tus latidos agitados y
tus pasos me persiguen,
me obligas a seguir corriendo
desnuda, en esta madrugada
cálida, junto al mar, ausente de tu piel
pero repleta de tu ser.
Me enriedo una y otra vez
entre los lazos de tus brazos
y me dejas caer, sarcástico y voraz,
estrépito y derrumbe,
todos mis sueños al vacío
y tus manos sin tocarme trazan figuras en mi cuerpo
tatuando cada segundo de tus dedos en mi piel.
Nada deja de tener tu aroma y la noche,
cada vez más oscura, me arroja al laberinto eterno
de saberme perdida y atrapada, sin salida,
perseguida y rendida, exhausta, abatida
sobre tu pecho, manantial de vida,
dueño, amo y señor del que depende el aire que respiro.

lunes, 16 de enero de 2012

Me prohibo amarte

A pesar de todo, te amo
el tiempo y los silencios me lo han confesado a gritos
y aunque tu mirada sea un puñal sobre mis ojos
aunque arda de pasión al mínimo roce casual,
jamás has de beber de mis labios el veneno
y aunque la vida nos ponga pruebas
distancias y rencores
siempre todo vuelve al mismo sitio
sin que vos ni yo lo llevemos allí.
Eres oculto y confieso haber pecado
no de palabra, sí de omisión
he callado tu nombre
me he prohibido amarte
he olvidado tu rostro
aunque siempre aparezcas
aunque siempre deba nombrarte.
Me prohibo amarte,
solo ofrecerte mis mejillas
y mis manos en abrazos festivos
recuperar tu risa
tu mirada varonil y tus consejos
la complicidad y los juegos
la eterna promesa implícita de lealtad.
Prometo ser fiel a este sentimiento
jamás rebelarte esta verdad que sabes
seguir tus pasos hasta el final
aunque no siempre acompañe tu vaivén.
El tiempo nada dirá
todo está dicho ya
aunque ambos hablemos con silencios,
con temor, por lo bajo y temblorosos
ocultando tras una risa
el más profundo deseo de fundirnos en el calor
de esa noche que nunca
nos traerá juntos el amanecer.

viernes, 6 de enero de 2012

Desnuda

Escribo y mi alma se desnuda,
esparce mis anhelos cual semillas por tus relieves
y cada palabra siembra sueños en tu espacio
y cada uno encierra el posible retoño de tu amor.
Escribo y mi alma se deshoja,
echa luz sobre el baúl de recuerdos que conservo bajo llave,
y cada palabra se burla de mis esperanzas
y cada una encierra mi más íntimo deseo de tu piel.
Escribo y mi alma se estremece,
vomita incansable todo lo que no te he dicho
y cada palabra es una flecha que dirijo sin temor
y cada una encierra el veneno que tu voz me dejó.
Escribo y mi alma se libera,
aliviana su vuelo, sonríe y toma aire
y cada palabra me condena sin tregua
y cada una me describe sin ser yo responsable de lo dicho
pues no se pueden controlar los impulsos
pues no se puede dejar de sentir lo que siento.

jueves, 5 de enero de 2012

Encuentro fugitivo

Fue tu tardanza y quizás mi sobria espera
ambos en el mismo sitio, casi sin notarlo,
en el mismo semáforo, vos, tras el cristal,
yo, paso a paso,
y de repente tu mirada y ya más nada
todo al rededor se volvió desierto y calma
silencio y aletear de ángeles
y mil latidos alertando todos los sentidos;
me sentí correr tras tus huellas que el viento empecinado
borraba en la arena envidioso de este encuentro
y volvió el tumulto, los autos y el frío
perdí tu sombra y mi alma,
con rumbo deseperado  y sin brújula
girando sobre mis pasos, buscándo un trozo de esperanza
y como un sorbo de brisa bebí de tus labios el veneno
que me devolvió la vida y me sentí caer
sobre tu cuerpo, refugio seguro para mis miedos
y sin finales emprendimos la huída.