Antes era tan simple... bastaba un par de broncas o algún despecho y se deshacía mi corazón
vaciándose de angustias a través del llanto, y así tras cada lágrima iba recuperando un trozo de mi alma
aniquilada, y al cabo de unas horas el día abandonaba su visión sepia recuperando un trozo de arco iris esperanzador.
Y ahora...me duele el pecho, como si en él cada angustia arañara en busca de una desafortunada huida,
se ahoga esta espera y a tientas busco tu nombre escrito en los espejos o detrás de cada paso dado en falso al querer olvidarte.
Solo me resta estrujar mi alma intentando vaciarla de penas o quizás detrás de mis ojos se halle el secreto de esta sequía que me impide llorarte; aunque creo que la clave está en los golpes que tus palabras le han dado a mi corazón endureciéndolo con cada uno, resecando, devastando, oscureciendo, dejando una huella imborrable, un recuerdo vivo de la muerte de este amor.
sábado, 22 de septiembre de 2012
jueves, 13 de septiembre de 2012
La cobardía.
Y un día te dejaré volar,
cuando menos lo piense tu alma
se perderá en el recuerdo mi risa
y cual globo de helio mis prisas
en otro sitio remontarán sus alas,
remendando cada mañana
de tus desprecios la agonía.
Y un duro golpe fatal
será para tu ego esta huida,
no soportarás la abatida
sin advertencias de ese final
del que no podrás ser precursor,
pues de un hombre y su cobardía
¡qué menos se puede esperar!
cuando menos lo piense tu alma
se perderá en el recuerdo mi risa
y cual globo de helio mis prisas
en otro sitio remontarán sus alas,
remendando cada mañana
de tus desprecios la agonía.
Y un duro golpe fatal
será para tu ego esta huida,
no soportarás la abatida
sin advertencias de ese final
del que no podrás ser precursor,
pues de un hombre y su cobardía
¡qué menos se puede esperar!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)