domingo, 21 de diciembre de 2014

El recuerdo que nunca olvida

Toda una vida para volver al inicio
tanta mujer con alma de niña,
tanto olvido imposible
tanto alejarte para permanecer;
me llamas y tiemblo
me hablas y sueño,
todo aquello que creía dormido encuentra su latido en tu voz
y desde que te fuiste todo ha dormido hasta hoy
todo te ha esperado con quieta desesperación.
Y anhelo tu respiración y tu aliento, 
tus manos sobre mi espera descubren que tienen memoria
que siguen encendiéndose entre tus dedos
que sigues siendo el dueño de esta hoguera,
el único capaz de encender cenizas.

jueves, 4 de diciembre de 2014

Destino

Hoy necesito esta quietud que solo me trae escuchar su canto
ese silencio entre melodías y lamentos que desliza cada lágrima
enjuagando cada minuto que quedó ahogado en la inercia del dolor.
Fin de una semana con sabor a fin del mundo y yo devastada, 
arañando el calendario, arrimándome a la rastra hacia el rastro de lo que fuimos,
amando tu recuerdo y amándome a mí misma enamorada enlazada a tu mano
en aquellos anocheceres en que el tiempo no nos había mostrado 
el verdadero rostro de la vida.
Finjo que te creo solo para recrearte en este anhelo de aferrarte al presente,
descreo de este sentimiento de extrañeza que me causa tu rostro signado 
por el implacable paso de los años y empecinada encuentro la misma mirada
que de amor hacía temblar cada diminuto espacio de mi alma.
Rompecabezas desordenado es tu vida y la mía, mezcla absoluta, infinita,
piezas perdidas, irrecuperables, escondidas por el maldito juego del destino.