martes, 17 de enero de 2012

Mi dueño

Irrumpes e invades
sin piedad derribando mis murallas
apropiándote de mis horas
dibujándote en cada cristal y en cada charco,
y cuando creo olvidado tu recuerdo
tu voz resuena como un eco ensordecedor
y miro a todos lados, te busco y no te encuentro
pero retumban tus latidos agitados y
tus pasos me persiguen,
me obligas a seguir corriendo
desnuda, en esta madrugada
cálida, junto al mar, ausente de tu piel
pero repleta de tu ser.
Me enriedo una y otra vez
entre los lazos de tus brazos
y me dejas caer, sarcástico y voraz,
estrépito y derrumbe,
todos mis sueños al vacío
y tus manos sin tocarme trazan figuras en mi cuerpo
tatuando cada segundo de tus dedos en mi piel.
Nada deja de tener tu aroma y la noche,
cada vez más oscura, me arroja al laberinto eterno
de saberme perdida y atrapada, sin salida,
perseguida y rendida, exhausta, abatida
sobre tu pecho, manantial de vida,
dueño, amo y señor del que depende el aire que respiro.

2 comentarios:

  1. Muy hermoso. Atarse a alguien, sentir que es tu amo y señor.

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    1. Gracias por tomarse un pequeño tiempo de lectura dedicado a mi sencilla página!

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