Fue tu tardanza y quizás mi sobria espera
ambos en el mismo sitio, casi sin notarlo,
en el mismo semáforo, vos, tras el cristal,
yo, paso a paso,
y de repente tu mirada y ya más nada
todo al rededor se volvió desierto y calma
silencio y aletear de ángeles
y mil latidos alertando todos los sentidos;
me sentí correr tras tus huellas que el viento empecinado
borraba en la arena envidioso de este encuentro
y volvió el tumulto, los autos y el frío
perdí tu sombra y mi alma,
con rumbo deseperado y sin brújula
girando sobre mis pasos, buscándo un trozo de esperanza
y como un sorbo de brisa bebí de tus labios el veneno
que me devolvió la vida y me sentí caer
sobre tu cuerpo, refugio seguro para mis miedos
y sin finales emprendimos la huída.
Muy bueno este texto y también el de desnuda, el último q has publicado!
ResponderEliminarVeo q ahora tu blog suma más seguidores, y me encanta xq escribes de maravilla y es genial q el mundo te vaya descubriendo... Este texto tiene un sabor a Ismael Serrano q me enamora; a ciudad llena de prisas, y amores sin acabar de rematar, a poesías, y a días difíciles, a esperanzas por las paredes...
Un abrazo desde Barcelona! :)
Amo los encuentros fugitivos, lo confieso. El corazón palpitando, la duda de los labios, las manos temblorosas sosteniendo la copa de vino, la sencillez de los cuerpos.
ResponderEliminarHermoso.