Tu perfume en el recuerdo

Por la misma calle, la misma acera,
en medio de nubes grises y nostalgia
me sorprendió como traído por el viento
tu recuerdo a través de tu perfume,
ese que usabas cuando mis sueños te tenían como dueño,
ese mismo que brotaba irresistible de tu cuello
al que no podía dejar de besar,
y entre pasos cada vez más lentos
que se resistieron a dejar pasar el recuerdo,
me vi adolescente, me vi sonriendo enamorada
me recordé niña hecha de nubes en tiempos en que mi mente
hilaba huídas en tu búsqueda,
viajes sorpresa, un boleto de colectivo
y la llegada al edén,
mágico delirio que nunca dejó de ser ficción;
y hoy que ni siquiera sé que fue de tu cuello
ni de los besos que dejé allí escondidos,
hoy que planeo un futuro en el que no te dibujas,
solo me quedo con el recuerdo de lo más bello:
los atardeceres y las estrellas a las que pedíamos deseos,
el lago y nuestra promesa de ser eternos,
las despedidas y las lágrimas jurando
que ya no volvería a haber despedidas;
hoy solo me quedan las certezas
de haber sentido explotar el corazón en cada abrazo
la incertidumbre de no saber qué hubiera sido
la cobardía de no buscarte, quizás,  por miedo a encontrarte.

Sé de esos desvelos que alargaron la agonía de otra noche sin mi llegada,
sé de la rabia contenida por cada espera frustrada en los atardeceres junto al lago,
sé de cada lágrima derramada y escondida bajo la llovizna muy gris de aquel invierno,
sé de cada promesa incumplida de odiarme a muerte pero amarme en vida,
me contaron de tu partida, de la marcha lenta, de la esperanza escondida,
me contaron de tus amores en vano, de los simulacros, de la falsa alegría,
me contaron que un día, resignado y abatido, por fin decidiste entrar en razón
y entender que antes de desgarrarte en vida habías roto mi corazón
y el desamor se paga en vida y más aún la traición.

Piojo resucitado

¡Piojo resucitado!

   Dícese de aquella persona que, no habiendo tenido ni un peso partido por la mitad en su niñez, adolescencia y temprana adultez, con el correr del tiempo llega a tener una posición económica solvente por lo que cree que ha subido un escalón de superioridad ante las demás personas que claro, no igualan su gran poder adquisitivo, por lo que considera conveniente mirarte desde arriba sin olvidar hacerlo con un tono de "lástima". Pero esto no les impide, es más, es una necesidad feroz, el refregarte por la nariz su gran capacidad para hacer esto o aquello que quizás vos nunca vayas a lograr.

Ni hablar de las veces que debés preguntarle por el significado de algunos términos en inglés utilizados con el fin de hacerte notar que no perteneces al mundillo y que por eso no los lográs contextualizar (ya que nunca has necesitado usarlos).

   Algo habitual en este tipo de gente es seguir frecuentando tu casa, a manera de beneficencia, pero sin preguntarte siquiera la hora, un "¿cómo estás?" y ni hablar de compartir algún sentimiento; todo es sobresalir y aparentar, demostrar que la distancia entre vos y esta persona es cada vez mayor, siempre, claro, porque no lograrás su bienestar económico.

   Muy común es encontrarse en medio de una charla y darse cuenta de que ya han pasado mínimo 20 minutos y uno solo ha emitido expresiones como: "ahá", "mirá vos", " qué interesante", porque lo importante no es tu opinión ni mucho menos tus anécdotas sino sus viajes, sus últimos negocios o todo lo que tenga que ver con su expectacular modo de vida. 

   Para seguir con esta breve pero gráfica descripción, el piojo resucitado necesita hacerte notar que él puede acceder a prendas de vestir compradas en tiendas renombradas como si los precios que tienen fueran una ganga y lo peor es que afirma "lo compré barato", y uno entiende que  para uno es carísimo pero tiene que darse cuenta de que el piojo puede acceder a esos lugares y vos NO.

   Realmente uno entiende que este tipo de personas nos necesitan, sí, para reafirmarse como sobresalientes, es que tiene que haber gente como nosotros para que ellos puedan lucirse.

   Podría seguir detallando algunas características más pero creo que ha quedado en claro que un piojo resucitado básicamente lo que posee en abundancia es dinero y arrogancia pero carece totalmente de materia gris y educación, lo que confirma que su tamaño es diminuto en tanto y en cuanto la billetera es la que contiene el dinero y ellos solo se reducen a un punto negro carente de toda cualidad que lo iguale a una persona.

Maldito teatro

Ella creía que el mundo empezaba a derrumbarse cuando
él atravesaba la puerta y desde la ventana seguía atenta sus pasos
con la desesperanza de verlo regresar.
Desangrado el corazón, reseco y a punto de convertirse
en evidencia del olvido,
ella sentía que todo comenzaba a funcionar de nuevo
cuando en la cocina olía a tostadas y a café con leche,
en la mesa de luz, a jazmines recien cortados
y sobre sus labios, el sabor de su retorno.
Ella creía que el mundo terminaba en su pecho
por eso cada noche lo besaba y guardaba su perfume
para soñarlo al dormir;
no olvidaba mirar incansablemente su perfil,
su sonrisa, su pestañear, su palpitar.
Cada día era una eterna contemplación
que creía suficiente para darle motivo a su corazón para marchar.
Pero una mañana quiso alcanzar su rostro para besarlo
y el frío en la almohada fue el peor presagio,
en la mesa de luz los jazmines estaban marchitos,
en la cocina olía al último sorbo de vino,
a soledad y a huída.
Tras la puerta, el mundo y dentro de su pecho, las ruinas;
supo que ya no volvería,
que "el amor solo es eterno mientras dura",
y se apagó sin dudarlo, sin más motivos ni pretextos para seguir esperándolo,
se desangró su corazón gota a gota sin impedimentos,
evidenciando el olvido  de ese amor que no es eterno ni dura
de esa mentira que es amar, de esa tragedia y su maldito destino.