Explota ya, corazón!

Gritarle al mundo lo que siento cada vez que me asfixia el alma
la brisa que deja tu paso a mi lado sin poder detenerte en un abrazo;
dilucidar de una vez por todas por qué el destino se esfuerza por separarnos
tantas veces como las que entremezcla nuestros caminos;
arrancarle las agujas al reloj tirano que se empeña en arrebatarme el tiempo
en que puedo mirar tus ojos, aunque sea simulando no verte;
arrancarte por fín un beso definitivo, certero y precursor
de un amor que empiece a anidar en tu pecho
insoslayable, inquebrantable, desenmascarado.