viernes, 5 de abril de 2013

Amantes

Me bajo del taxi, casi corriendo, intentando que los segundos no se me escapen
y te encuentro, sonriente, con la misma prisa;
y el ruido se convierte en la melodía que siempre escucho cuando te veo
y a punto de encender el tiempo y hacer de esta tarde una hoguera
tomados de la mano, con algo de vértigo, me animo y doy el salto,
de nuevo estoy entre tus brazos
y recorro los añorados espacios ajenos que pronto comprenden que no tienen dueño
y la tarde cae entre mis piernas mientras me encuentras a punto de estallar
y nos amamos, olvidamos el mundo y lo que nos duele,
las mentiras se hacen verdades cuando las leo escritas en tu piel
aunque luego debas borrarlas con la triste realidad que nos separa.
Te veo mirarme, te observo mientras piensas y sabes que esto no es para siempre,
que el miedo poco a poco va venciendo
y nuestra historia solo es una copa de cristal en medio de una batalla,
poco puede durar...
pues sería muy dura la condena,
aunque sepamos que no más amarga que nuestra despedida;
y decidimos trazar un pacto de silencio y distancia,
de miradas perdidas que no puedan delatarnos
y todo es muy claro, debemos olvidarlo, olvidarnos,
hacer de cuenta de que la dulce realidad de nuestros cuerpos enlazados fue solo un mal sueño,
una trampa en la que caímos sin pensar más allá de los instintos.
Salgo a la calle, me ves partir, recuerdo tu último beso, me siento morir,
camino bajo la lluvia ocultando tras sus gotas mis lágrimas,
sé que en tu cuerpo dejé mis promesas aunque con ellas haya dejado mi alma,
y levanto la mirada, se desangra mi pecho, comprendo que el deseo a veces nos traiciona,
siento tu susurro, tu mirada sobre mi espalda, me detengo a punto de girar y  de volver para abrazarte,
para besarte una vez más, para no dejarte ir sin mis pasos, para no fingir de nuevo indiferencia,
pero ya es tarde, en mi bolsillo una llamada me devuelve a mi vida,
a esa misma en la que te encuentras pero disfrazado de mentiras
en la que te sonrío sin mirarte, sin mirarnos,
sin que el mundo se dé cuenta de que la conciencia nos arde.







6 comentarios:

  1. Muy, muy bueno! Ya te lo dije, pero estás escribiendo realmente increíble. Besos!

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  2. Anabella! Este escrito es increíblemente bueno, brutal! Buff, casi casi duele físicamente! Enhorabuena!

    Me quedo con esta frase: "nuestra historia solo es una copa de cristal en medio de una batalla"

    Un abrazo fuerte desde Barcelona :)

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