viernes, 22 de julio de 2011

Odio tu recuerdo cortándome
en mil pedacitos esparcidos por toda la casa
perdidos, escapando por debajo de la puerta
vomitando olvidos, indiferencias y soledades.
Ya no respondo de mí si vuelves a mirarme
de perfíl, sin girar si quiera una vez
tu rostro hacia mis lágrimas;
ya no resisto un día más
sin ver tus alas sobre mi espalda
sin tu aliento en mi boca, sin tu perfume en mi piel.
Se agranda el abismo, se abren las ventanas
me hunde el mar, me abraza la calma
de un final sin despedidas,
te grito y no me escuchas
te busco y ya no vienes
ya siento la paz, el final sin despedida.

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