sábado, 13 de diciembre de 2008

Mis pies se apoyan sobre las
hojas de un calendario en el que
los días ya han pasado
y los que faltan por venir, ya nunca
vendrán.
Las agujas del reloj cambiaron
de sentido, giran en mi sentido,
y desorientan mis horas.
Pasa el tiempo sin tiempo,
pasa el amor sin amor,
se va escurriendo tu imagen
entre la arena de aquel reloj,
mojado por las lágrimas
del pasado, aquellas que
hoy se secaron para dar vida
a la sonrisa que ahora te
olvida, que ahora te echa
de mi vida.

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