miércoles, 26 de noviembre de 2008
La vida da mil vueltas y uno va girando sin saber cuando parar. Vamos con los ojos vendados caminando al lado de otros pero sintiendo soledad. Somos presos del destino que nos marca los caminos ofreciéndonos mil cosas y arrancándonos tantas otras. Y nos creemos reyes del mundo, nos creemos inmortales y el amor es solo deseo, es pasión y nada más. Todo y nada, amor y odio, vida y muerte, dolor y felicidad, la eternidad de la vida es una paradoja, fugaz como este segundo que acaba de pasar.
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