Te dejé partir...
imaginando quizás un mundo nuevo
calles por recorrer
amaneceres y despertares...
Me vi sonreir...
imaginando quizás batallas nuevas
armas cargadas de besos
flechas de un cupido renovado
directas al corazón.
Y me encontré herida de muerte
vencida y derrotada
llorando tu ausencia,
pisando los retazos de mi sombra muerta
gritando tu nombre implorando respuesta