Sueños que se cumplen

Los sueños a veces se cumplen
y el deseo de concretarlos, cuánto mayor es, más los impulsa hacia el éxito;
el final no siempre es predecible pero el trayecto, inolvidable.
Las casualidades no existen, los segundos que componen la vida no coinciden sin
tener un significado que no siempre es visible con los ojos de la razón.
Esas personas que se cruzan por nuestro camino, esos rostros, esas miradas, nada
es casual, cada uno aporta un trozo de energía que le da fuerzas al motor de nuestra lucha diaria.
Y aunque aún busco las respuestas, la incertidumbre y la esperanza me mantienen andando, en busca de mi sueño, sin prisa pero constante, con tropiezos que siempre puedo superar y que sirven para valorar mis pies.
De esto se trata mi vida: un vaiven constante al ritmo de tus pasos, sin que me adviertas, sin molestarte hasta que un día ya no puedas evitar amarme.

Reincidente

Qué escribir cuando parecen haberse dormido todos los impulsos que me llevan a desnudar mis sentimientos más hondos;
en estas últimas horas del año, sin balance de por medio, sigo caminando a tu lado
aunque nunca busques mi mano para tomarla, y ante la continua indiferencia de tu mirada
alzo la vista al cielo, busco la primera estrella del atardecer y repito una y mil veces el mismo deseo.
Quizás algún día ya no valga la pena buscar la estrella, quizás alguna noche me encuentre mirando un cielo repleto de fugacidades sin tener que repetir las mismas palabras una y otra vez, quizás alguna tarde ya no busque tu mano porque solo bastará sentirla.
Qué escribir cuando nada se cruza por mi mente, cuando el verano es sofocante y quema los últimos pétalos de la flor que me regalaste y aún conservo; qué escribirte y que no sea
un pedido de auxilio de un corazón en llamas y embriagado de tu ausencia, qué escribir...

Año nuevo de nuevo!

Se supone que al llegar a esta parte del año tendría que ponerme a pensar en lo vivido y eso supone por tanto hacer un balance de lo positivo y de lo negativo y finalmente, observar los resultados y decir: ¡qué buen año! o ¡qué el próximo sea mejor!
pero
no tengo ganas, solo voy a esperar la llegada de la medianoche, voy a mirar a mi niña, la más bella de todas, la que me ha dado las mayores alegrías de este año y con la plena convicción de que mi mundo tiene sentido por ella, me iré a dormir para amanecer como todos los días, aunque lo único que deba cambiar sea el calendario.
Año nuevo de nuevo, qué novedad, mi vida al levantarme será igual, nadie me dirá que ya no trabaje porque no hace falta ni cambiaré de casa ni de país; tampoco será diferente mi verano en medio de las sierras como hace tantos años, nada cambiará, por suerte, todo irá bien, como antes, como el año pasado.

La vida, teatro infinito, plagado de actores necesarios y extras prescindibles, colmado de escenas que actuaremos y otras que solo observaremos entre bambalinas; la vida, teatro infinito en que cada uno aprende a ser el protagonista de su mejor rol.

Noveno Mandamiento

Este amor que roza la locura
que malgasta las horas esperando tu llegada
que desperdicia estrellas fugaces deseando siempre
tu rostro y tus manos ajenas;
y en esta codicia prohibida que un dios ha condenado
muero en el infierno eterno por un segundo a tu lado.

Qué tendrás que me hechizas, me ciegas, me invades
y cuando en mi oído aparece tu susurro
mares de pasiones desvelan mi noche y así, con tu embrujo en mi vientre,
caigo una y otra vez en tus redes que me abrazan y aprisionan  y odio la la libertad
que supone no tenerte.
Extasiada oigo solo tu voz y la inmensidad de mi alrededor pierde todo sentido,
me miras y comprendo que el universo está en ti.
Y sin prisa recorro tu piel sabiendo que la felicidad es ese instante infinito.

Salto al vacío

En estos días en que caigo al vacío, al oscuro precipicio de la nada y desde allí veo pasar mi vida
en imágenes que van girando, carentes de sentido y nada importa
y nada parece ser suficiente para impedir las lágrimas.
Y vomito los tormentos de lo que no hice y no puedo hacer, de esa vida
que se empeña en ser antipática ante mis deseos.
Sé que mañana la nada misma tomará forma de bella rutina
y amaré tus palabras y tu llegada, el aroma del almuerzo y la noche de primavera
pero hoy el viento es helado y mi corazón está a punto de estallar
como granizos contra el cristal de mis anhelos.

Sin arrugas en el alma.

Cada uno envejecerá como pueda...
algunos planeando huídas, viajes sin destino,
cartas sin despedida, abismo y soledad;
otros aferrados al recuerdo, viviendo de sueños extinguidos,
cerrando las ventanas, huyendo del porvenir;
habrá también quiénes se aferren al futuro, corriendo,
de prisa, agitados, obnubilados y perdidos ante el miedo
de que el tiempo se le escurra de los dedos sin
haber hecho lo suficiente, mientras quizás,
no se detengan a ver quién tienen en frente;
estarán aquellos, eternos e inalterables,
almas con burbujas, flameando con el viento
sin edad y sin tiempo, enamoradizos incansables
buscando siempre un corazón para conservar la juventud;
unos pocos caminarán acompañando tu existencia
con el privilegio que suponen tus versos,
anudando el tiempo con las melodías de tu voz
y ante la luz cegadora acudirán satisfechos de haberte tenido,
sin arrugas en el alma, con todos los besos de la juventud que le hayan
regalado tus manos colmadas de delirios y de luchas;
pero yo, en medio de todos, con un poco de cada uno
y con nada de ninguno,
planeando un futuro sin el privilegio de tus besos, viviendo el presente
recordándote en el pasado
con la certeza de que nunca te tuve y con la satisfacción de ya no necesitarte,
arrugando los últimos sueños,
alisando los últimos años,
plena de atardeceres
esperaré mi ocaso.

Sin finales ni despedidas

No quiero un final feliz
quiero un durante inolvidable,
porque con el final llega el adios
porque si te vas
mi durante no tiene excusas de ser
porque si ya no es, ya no soy
si ya no soy, llegó el maldito final,
un final infeliz.