viernes, 25 de noviembre de 2011

Sin nombrarte

Te pienso y extraño
te escucho y mi corazón al desgarro
solitario tirita de espanto al saberse olvidado,
te leo añorando encontrar el mensaje oculto
destinado a mis labios que pronuncian las sílabas mágicas
de tu nombre, melodía ajena para mis oídos.
No has roto el hechizo, has guardado silencio,
aguardaré detrás de la puerta y cuando vuelva a sentir tus pasos
seguiré probando mil llaves para ver cuál de todas me lleva a tu lado.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Te amo ausente, te amo sin tenerte
terriblemente absurda, estúpidamente
te amo;
tímida, enmudecida
por tu mirada invadida
impávida ante tu sonrisa, atónita,
adormecida, agazapada ante tus manos,
tu mejilla;
infinitamente arrepentida, intimidada;
sin tu voz que rompa el hechizo,
sin vos que me salves del precipicio.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Erupción volcánica de sentimientos
que tras la brújula de tus besos
andan cual ánimas despechadas
apareciendo y desapareciendo
dejando más dudas que certezas.
En esta calma que asusta
mientras golondrinas parecieran volar
en cámara lenta sobre un cielo gris
mis ojos fijos en la espera,
sin pestañear,
derraman lágrimas sin sal,
enjuagan el alma y vuelven a vivir.
La vida no es más que esto:
huracán, quietud y lágrimas,
hasta que un día, por fín, decidas regresar...

viernes, 11 de noviembre de 2011

No sé si será eterno este amor que hoy siento en mi pecho y que por más que intente arrancarlo me clava sus puñales y me aprisiona, me axfixia y me devuelve el aire a cada instante en que me veo envuelta entre tus brazos infinitos, inabarcables, inimaginables.
No quiero ni puedo borrar de mi piel las huellas de tus besos que a fuego han gravado tu nombre imborrable y eres el dictador tirano de mis sueños, el monarca absoluto de mis labios y en tus manos, todos los poderes y comandos de mis pasos y decisiones.
No te imaginas el poder de tus sonidos que me envuelven como hechizos que ningún mago ni adivino lograrían descifrar, y solo tu abrigo es estío para mis noches invernales que en tu ausencia claman plegarias invocando tu presencia única dueña del palpitar de mis venas.
No puedes seguir ignorando este mar de sensaciones y el caudal de vibraciones que mi cuerpo irradia hacia tu espacio; si esta misma vida me lo impide no será la próxima una sucesión de inevitables soledades: te buscaré hasta encontrarte y te juro que allí mismo comprenderás que lo que has vivido han sido solo espejismos y mis llamados serán precipicios a los cuales, sin aviso, caerás, sobre mis labios, rendido.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Amo esta soledad sin ataduras y
el silencio adrede que grita a viva voz
mis lamentos más satisfechos.
Y en esta inmensidad de la noche
que te busca incansable
no encuentro espacio sin hallarte
así, tan ausente y tan distante,
tan perfecto, imaginado, soñado.
Recuerdo las noches que en tu mirada
creía ser infinita, perdurable, eterna
y el instante mismo en que dejé de buscarte
porque me vi a tu lado.
Esta noche sin estrellas en mi cuarto
brilla más que el oro de mil joyas
pues sé que al final de mis promesas
está tu boca sellando el porvenir.
Como una secuencia de fotos que quizás nunca habré de protagonizar
veo mi anhelo de vida hecho realidad en aquella mujer
que no puede evitar dejar de mirar hacia adelante y sonreir
con la plena satisfacción y convicción de saber que le queda todo por hacer y recien comienza...
yo en cambio ya he tomado algunos trenes sin descarrilar
y el viaje ha sido placentero y pleno de felicidad
aunque sin riesgo alguno, llegué a destino y ahora
en esta natural manera de vivir planeo mis días buscando
el final del arco iris, la estrella guía que me oriente y me indique el momento justo
y el lugar exacto.
La melodía en mis oídos
la brisa en el rostro
la certeza de sentir el latido de tu corazón junto al mío
tu mano pequeña
todo mi mundo vale por vos
aunque sin saber hayan quedado
en el tintero tantas letras sin papel.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Un día la vida vendrá a buscarme
interrogando, incisiva, acorralándome,
como si no hubiera hecho yo, ya, demasiado
por ser, existir y perdurar;
pero vendrá, aplastante como el pie de un gigante
dejando caer la sombra de su inconmensurable zapato
sobre la mínima y minúscula partícula que constituye mi caparazón,
y el crepitar de mi leve cuerpo será pronto convertido en rastro de
lo que fui, llevando en el bolsillo la verguenza y las manos vacías,
el orgullo aniquilado, la precaria dignidad;
y sin echar la vista atrás, pero recordando lo imprescindible,
abriré una mañana los ojos y el sol será tibio sin quemar.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Alivio tibio de tus labios
en esta noche derroche entre
el misterio delirio escondido reproche
retumba en el coche el sonido hendido
buscando tu voz el dormido beso esquivo
y me olvido
te sigo
respiro
suspiro
altivo temor de verte conmigo y saberme
prendida a tu corazón desnuda
en la inmensidad perdida
sin vida abatida
sin eternidad, oscuridad.